¿Es malo el Alquiler Vacacional?

El mercado de alquiler ha cambiado significativamente en los últimos años, especialmente con la regulación más estricta y la digitalización del proceso del Alquiler.

Las plataformas ONLINE han dado a todo el mundo:

1. Más visibilidad y transparencia a nivel mundial, llegando a millones de posibles turistas mensualmente, tanto para propietarios como para inquilinos.
2. Trabajar con ellos ONLINE es una odisea, que requiere mucho trabajo ONLINE, para hacerlo normal, y para hacerlo bien, y cobrar a tiempo ¡ni te digo!.
3. Pueden reservar durante las 24 horas del dia.

Antes, era común que los muchísimos alquileres se hicieran de manera informal, sin declarar ingresos, ni cumplir con normativas. Los inquilinos aceptaban las condiciones que les ofrecían, casi sin ninguna garantía, y los propietarios tenían menos incentivos para mejorar el servicio, porque siempre se ha Alquilado Vacacionalmente en las playas, la 2ª vivienda.

Ahora, con la regulación y la posibilidad de dejar reseñas públicas, el panorama ha cambiado. Una mala reseña puede afectar gravemente la rentabilidad de una propiedad, lo que obliga a los propietarios a ser más cuidadosos con el mantenimiento, y la atención a los inquilinos.

Respecto a la promoción del alquiler en negro, aún puede existir, pero empiezan a ver los riesgos legales, y Fiscales. La regulación actual busca proteger a ambas partes, y los propietarios que cumplen con las normativas pueden disfrutar de mayores beneficios y seguridad, evitando inquilinos problemáticos, y asegurando ingresos más estables.

El entorno actual favorece la transparencia y el cumplimiento, y aunque algunos puedan resistirse a este cambio, el mercado de alquiler tiende a profesionalizarse cada vez más.

Es un error común pensar, que se puede pasar de un alquiler residencial a un alquiler vacacional de manera automática, cuando en realidad, la transición requiere una planificación cuidadosa y una inversión significativa económica y de recursos humanos.

El alquiler vacacional no es simplemente abrir las puertas de una vivienda a turistas; implica un conjunto de responsabilidades, adaptaciones, y planificaciones, como añadir recursos adicionales tanto económicos, como de recursos humanos. Para empezar, se necesita una preparación exhaustiva del inmueble: desde la decoración atractiva y funcional, hasta la adquisición de mobiliario y electrodomésticos adecuados para estancias cortas. Además, es crucial cumplir con las normativas legales, que varían según la región, lo que incluye desde la obtención de licencias hasta el pago de impuestos específicos.

Los recursos humanos también son fundamentales. Gestionar un alquiler vacacional implica estar disponible para los huéspedes, gestionar reservas, mantener la limpieza, y el mantenimiento continuo del inmueble, reparaciones urgente, recibir a los huéspedes, … . Esto puede requerir la contratación de personal o el uso de servicios profesionales, que garanticen la calidad del servicio/satisfacción de los Huéspedes.

Por tanto, aunque la idea de convertir un alquiler residencial en vacacional puede parecer sencilla, la realidad es que requiere una inversión en tiempo, conocimientos, dinero y esfuerzo para hacerlo correctamente, y evitar problemas legales o de reputación. Como la de un Hotel pero para 1 vivienda, lo cual puede ser más difícil.