El principio KISS no viene a hablarnos de tipos de besos ni nada por el estilo. Es una filosofía aplicable a casi todo. KISS proviene de Keep It Simple, Stupid, es decir, ¡Mantenlo sencillo, estúpido! Aunque existen variaciones del acrónimo como Mantenlo corto o simple.

¿Te suena eso de «menos es más»? Pues es exactamente lo que viene a decirnos el principio KISS. Aplicado al marketing afirma que lo simple vende bastante más que lo complejo, que los clientes no buscan que las características de los productos que les ofrecen sean un prospecto.

Identifica las necesidades del público al que te diriges y di directamente cómo tus productos y servicios pueden resolver sus problemas. Trata de traducir las características de tu producto en beneficios para el cliente y obtendrás resultados.

Cómo se aplica el principio KISS

El primer paso será optimizar la carta de presentación de tu negocio o producto, es decir, el sitio web y las comunicaciones de marketing que mantienes con tus clientes.

Cuando un usuario entra en una web que está sobrecargada de información y en la que es difícil encontrar lo que anda buscando no se lo piensa dos veces y se va. ¿Por qué? Porque probablemente haya otra marca que se lo ponga más fácil. Por ello, debemos adelantarnos y optimizar la página web pensando siempre en el usuario, para que desde la primera toma de contacto con tu negocio sepa que encontrará lo que busca. No es tan fácil, lo sabemos, requiere de ideas constantes y múltiples cambios, pero ¡merecerá la pena!

Ocurre lo mismo con las comunicaciones de marketing, huye de la sobrecarga de información y comunícate con tus clientes de la forma más simple posible, sin importar el canal o el formato.

Think different, think KISS

Analicemos un momento el éxito de Apple… ¡su filosofía es totalmente KISS!

Ken Segall, líder creativo del equipo de Apple, explica en su libro Think Simple: How Smart Leaders Defeat Complexity (2016) cómo la simplicidad es la clave del éxito, a pesar de que reconoce que la simplicidad está lejos de ser simple.

«Muchas personas hacen las cosas mucho más difíciles de lo que necesitan ser. Creo que la gente y las empresas tienen una tendencia a ser muy completas, analizan y sobre analizan tanto que de cierta forma pierden de vista la simplicidad que está ahí para que ellos la tomen y tengan éxito» Ken Segall.

Cuando pensamos en Apple vemos simplicidad por todas partes: en la línea de sus productos, en su eCommerce o en las tiendas físicas. Por ello, esta marca es una de las primeras en las que se piensa cuando se habla del principio KISS, ya que fue la clave de su éxito. No solamente simplificó sus productos, sino que también lo consiguió en la organización de la empresa y los servicios al consumidor.

Este caso no es aislado, ya que empresas como IKEA o Coca-Cola también utilizan esta filosofía para alguna de sus campañas publicitarias.

Google es otro de los grandes ejemplos, a pesar de la complejidad que se intuye en los mundos interiores de este buscador, la simplicidad es la clave de su éxito con respecto a la competencia.

En definitiva, si eres capaz de simplificar tu mensaje a los 140 caracteres de Twitter, a partir de hoy, podrás incluir en tu estrategia de marketing el principio KISS.

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