Atención al cliente en redes sociales: lo que se debe hacer…
1. Dimensionar bien los recursos
Atender correctamente al cliente implica que se debe contar con recursos adecuados a la cantidad de reclamaciones que nos llegan por cada canal. Analizando el tiempo medio que consume la resolución de una incidencia y la cantidad diaria de incidencias que se reciben, podemos tener una idea bastante precisa de cuántas personas necesitamos para esto. Recalco: ne-ce-si-ta-mos. La atención al cliente en redes sociales es un cortafuegos que puede evitar un incendio de imprevisibles consecuencias para la reputación de la marca.2. Formar adecuadamente al personal de atención al cliente en redes sociales
Una norma básica debe ser la adecuada formación de las personas que se encarguen de la atención al cliente en redes sociales. Manejar a un cliente cabreado es complejo y se necesita tener formación específica en este apartado, ya que las consecuencias de un mal manejo en las redes sociales son mucho peores que en la atención telefónica o personal. Una reclamación no resuelta significa un cliente que nos va a poner a caer de un burro, lo cual puede arruinar toda una estrategia de reputación online. Por tanto, las personas que gestionen este tema deben ser capaces de resolver las reclamaciones y tener línea directa con las personas con capacidad de decisión. No es un trabajo para un community manager, a no ser que esté convenientemente formado, algo que casi nunca sucede.La formación es clave para la atención al cliente en redes sociales
3.Definir un protocolo flexible
4. Usar las palabras mágicas
Y esas palabras mágicas son: lo siento (o lo sentimos) o cualquier otra fórmula pública de disculpa. Tanto si el cliente tiene razón como si no, lo primero que tenemos que hacer es lamentar que esté enfadado y ofrecerle toda nuestra disponibilidad para resolver su incidencia (no uses «problema»). Ninguna empresa quiere tener clientes enfadados, por lo que corresponde lamentar que uno lo esté. Y eso debe hacerse siempre públicamente. La finalidad de esta disculpa preliminar es calmar al cliente para que sus ojos dejen de estar inyectados en sangre y deje el hacha, el bidón de gasolina y el kalashnikov (virtuales) en el suelo. Es muy difícil razonar cuando la otra parte está tan enfadada que ni te escucha. Por tanto, pedir que nos cuente su caso y pedirle disculpas deben ser siempre lo primero, sin interrumpir ni poner en duda lo que nos diga, pero haciendo preguntas que demuestren interés en lo que nos cuenta.5. Adelantarse a los problemas: el plan de crisis
¿Cuántas veces hemos visto webs de eCommerce que ante una caída no dicen esta boca es mía y esperan al aluvión de reclamaciones? Ante un fallo de servicio, sea o no culpa nuestra, hay que ponerse en modo crisis: hacerlo público, pedir disculpas e informar, si se puede, de las causas de la situación, las medidas que se están tomando en cada momento y las soluciones conforme se producen. En tiempo real, que para eso están las redes sociales. Caso paradigmático donde los haya: el de Aena (ahora Enaire) cuando la famosa huelga de controladores obligó a dejar todos los vuelos en tierra. Tanto su web como sus teléfonos se bloquearon, y sólo las redes sociales siguieron funcionando para dar información de lo que estaba sucediendo. Con notable éxito, por cierto. Lección de este caso: Hay que tener un plan de comunicación de crisis para el caso de que todo vaya rematadamente mal.…y lo que no se debe hacer
6. No pongas tus sucias manos sobre mi teclado
Ante una crisis de reputación, cuando las cosas se van de las manos, entre los directivos de las empresas cunde el nerviosismo (eufemismo para referirse al pánico más abyecto). Muchos, conscientes de su responsabilidad y de lo que se juegan, cometen el error de ponerse ellos mismos a responder en las redes sociales al grito de «aparta chaval, que yo me encargo. Se van a enterar». Y la lían parda. Hay muchos casos en los que un directivo pasado de vueltas se ha cargado la atención al cliente en redes sociales. Para evitarlo hay que seguir una regla de oro: cualquier persona que se comunique directamente con un cliente, sea por el medio que sea, debe estar entrenada para ello. Obviamente, ante una crisis los directivos tienen mucho que decir, pero deben hacerlo a través del filtro de una persona entrenada, que les impedirá cometer desaguisados. Si tienen sus propios perfiles en redes sociales, el silencio o continuar como si nada no son una opción, pero decir allí lo que les dé la gana tampoco lo es. Sus perfiles en ese momento van a ser considerados como representantes de la empresa a todos los efectos, y como tales deben actuar.Cómo entienden algunos la atención al cliente: No pongas tus sucias manos sobre mi teclado
7. No quites importancia a una reclamación