Con el cierre por el Coronavirus, es el inicio de dejar los parches en las empresas, y sí hacer profundos cambios de sistemática de trabajo, y culturales
Es el momento de las empresas inteligentes
Stephen Hawking decía que la “inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”, y hoy más que nunca las empresas se enfrentan, debido al impacto del coronavirus, a un gran cambio.
Palabras como el teletrabajo, las reuniones no presenciales, herramientas como Microsoft teams, hangout o Skype están en la mayoría de conversaciones profesionales.
Pero si algo está quedando claro estos días de confinamiento es que para poder continuar de una forma más o menos normal nuestra actividad profesional se precisa que las empresas trabajen para ser más inteligentes, que no sean simples parches de herramientas, sino el inicio de profundos cambios culturales.
En este contexto identifico seis atributos culturales que harán de una compañía una organización inteligente, es decir, con capacidad para adaptarse a este nuevo entorno:
1. Agilidad: La velocidad es el nuevo tamaño
La rapidez con la que una organización sea capaz de lanzar productos, servicios y soluciones a los mercados, la agilidad con la que reaccione a nuevas situaciones y su velocidad de experimentación, marcarán la capacidad competitiva de esa organización. La nueva ventaja competitiva ya no es el tamaño, sino la velocidad.
Ya sabemos que estos días todo son problemas, proyectos que se paran, consumos que se frenan, incertidumbre acerca de qué pasará mañana. Pero el mañana llegará y debemos empezar hoy a prepararnos.
Reorganizar jerarquías y burocracia. Ser capaces de simplificar los procesos: reducir reuniones que no sean necesarias, activar la creatividad pensando en nuevas soluciones que el momento actual exige.
Romper silos y trabajar de manera transversal: orientar los liderazgos a la responsabilidad y al control, no se trata de si la gente trabaja y cuántas horas desde su casa, se trata de empoderarlos para colaborar en tirar esto hacia adelante.
Permitir el error y diseñar, testear y evaluar. Equivocarnos rápido para poder volver a probar. Estar constantemente preguntando al mercado para recibir feedback y aprender cuáles son las nuevas necesidades que hoy las empresas y las personas necesitan.
2. Inteligencia Digital: Las empresas serán digitales o no serán
La adaptación al nuevo entorno digital es y será la clave del éxito de cualquier negocio. Las empresas serán digitales o no serán. Y, por lo tanto, es imprescindible que el talento de la organización sea capaz de entender las tecnologías para dar respuesta a sus retos de negocio. Y hoy es más evidente que ayer, con miles de trabajadores conectados a distancia, necesitados de entender y comprender estas tecnologías y de sacarle el máximo partido posible.
Incorporar nuevas capacidades clave para dar respuesta al reto digital: fomentando que quien tenga el conocimiento en la organización lo pueda compartir y pueda liderar acciones en este momento.
Incorporar una cultura que facilite la implementación de la estrategia: fomentando el talento interno.
Ser capaz de detectar nuevos ‘players’, así como nuevos modelos de negocio: es el momento de destinar parte del tiempo de tu equipo para construir un radar que te ayude a conocer tecnologías disruptivas.
3. Liquidez: Adaptación al entorno
Estamos en constante adaptación, beta permanente, y parece que este va a ser el entorno habitual en el que deberemos actuar en los próximos años. Un entorno inestable, complejo en el que no solo el cambio es constante, sino que la velocidad a la que se produce lo hace más incierto. El tener organizaciones líquidas nos ayuda a adaptarnos.
Hasta hace unos días esto parecía teórico, conceptual, alejado de la realidad. Hoy es más vigente que nunca, incertidumbre, cambio, miedo, riesgo y sólo podemos hacer una cosa: actuar.
Trabajar a partir de las capacidades que los organigramas: se necesita organización en momentos de teletrabajo pero, ¿por qué no darle espacio a las capacidades, a ir más allá de la función jerárquica y permitir que el talento pueda desarrollarse al máximo?
Equipos multidisciplinares y empoderados: el teletrabajo a priori debe permitir y fomentar el trabajo en células más pequeñas de las habituales (no va de reuniones de 30 personas) de forma que podemos fijar objetivos concretos, empoderar a los equipos para conseguirlas, fomentar que estos equipos incorporen talento de varias áreas de la organización.
Liderazgos transformacionales/distribuidos: buen momento para huir de los liderazgos mesiánicos, jerárquicos y controladores. Nuestras organizaciones son ahora entes distribuidos en los que el liderazgo y, quizás, la toma de decisiones también será necesario distribuirlo.
4. Apertura: La nueva mirada
Ante el nuevo escenario, es importante ser capaz de ponernos diferentes gafas que nos permitan tener distintas miradas. El entorno está cambiando a una velocidad increíble, estamos aprendiendo a vivir las situaciones día a día, los planes anuales han saltado por lo aires y lo máximo a qué podemos aspirar a planes de semanas. Nuevas miradas son necesarias para poder identificar nuevas oportunidades.
Estar conectado con el ecosistema: implica estar preparado para colaborar, buscar alianzas, explorar nuevas oportunidades.
Mente abierta para probar y experimentar: tanto hacia fuera de nuestra organización como hacia dentro. ¿Por qué no probar nuevos sistemas de trabajo? ¿Reuniones mucho más cortas y orientadas al resultado?
5. Creatividad: Colaboración como palanca de crecimiento
Lo digital ha empezado a “romper” los sectores y eso provoca que las organizaciones ya no sean por sí solas capaces de dar respuesta a las necesidades detectadas. La colaboración será clave para ser competitivo en un futuro.
Este entorno inestable provoca que las organizaciones tengan que tener la capacidad de estar constantemente explorando para ofrecer una propuesta de valor al mercado diferencial.
Entender la innovación como el motor clave para la aceleración de mi negocio: quizás lo que vendías hasta hoy durante un tiempo no será relevante para tu mercado, ¿cómo puedes orientarte a enfocar nuevas soluciones?
Incorporar nuevas formas de colaboración interna: ¿Qué tal si hacemos cómplice al equipo, les preguntamos que nuevas soluciones imaginan? ¿Qué oportunidades creen que ahora mismo existen?
6. Ética: La ventaja competitiva
La tecnología e incluso la estrategia se pueden copiar fácilmente. La única ventaja competitiva que pueden tener las organizaciones es la manera en cómo hacen las cosas.
Ser transparentes con sus interlocutores. Clientes, proveedores, empleados, sociedad…: ante este nuevo escenario es necesario ser transparente, compartir la situación, hacer partícipe a todo el mundo de como nos organizamos, como respondemos, transmitir no sólo tranquilidad sino valores sobre los que construimos estas respuestas.
Estamos ante un momento de cambio, de profunda transformación de paradigmas que hemos tardado años en comentar. ¿Por qué no considerar este momento como el inicio y no como una pausa? Ser inteligente es adaptarnos al cambio.
Artículo publicado en el blog de Rocasalvatella.
Imágenes cedidas: Shutterstock.com
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.